Hace 2 años de que me diagnosticaran y me removieran quirúrgicamente un cáncer en mi vejiga. En ese momento escribí un artículo que reposa en mi blog http://tecnodeportespty.blogspot.com/2010/01/este-es-un-articulo-que-escribi-en.html sobre los beneficios de tener una vida activa y como me ayudo a una detección temprana, erradicación y recuperación rápida.
Hoy a punto de empezar mi último tratamiento de quimioterapia intra-vesical y después de todo lo aprendido no puedo dejar de pensar en la analogía de lo que pasa con nuestra dirigencia olímpica.
El cáncer es una enfermedad que se desarrolla en presencia de substancias exógenas a nuestro organismo que se introducen en el DNA de células sanas y causan mutaciones. Esto pasa en ausencia o deficiencia de nuestro sistema inmunológico que está a cargo de destruir estas substancias y mutaciones. Siempre que haiga muchos de uno y/o pocos de otros se puede manifestar la enfermedad.
El cáncer hoy día es una enfermedad curable, pero su cura no llega sin sacrificios. La manera como hoy día se trata un cáncer es totalmente intrusiva y radical. Los doctores saben que es mejor dañar o quitar órganos y tejidos sin los cuales podemos seguir viviendo y erradicar el cáncer. Si no se quita definitivamente moriremos. En casi todos los casos los pacientes tienden a empeorar su condición antes de mejorarla. Pero los que hemos pasado por eso sabemos que es un mal absolutamente necesario y la única manera de sobrevivir el ataque que ya empezó y tomo raíces.
Igual que el Cáncer, donde sea que no se hacen cumplir las leyes y normas (deficiencias del sistema inmunológico) aparecen y florecen los falsinerosos e ilegales (Células Cancerosas). Esos cánceres los vemos con frecuencia en diferentes áreas. En las zonas donde a nuestros oficiales de la policía les es difícil llegar, como la frontera con Colombia y las áreas isleñas vemos como prosperan los guerrilleros, narcos y homicidas internacionales. Igual pasa en varios sectores de la sociedad panameña. En el transporte, en muchos sindicatos y mas notablemente en Comité Olímpico de Panamá (COP). El COP ha logrado venderles a presidentes y gobernantes que ellos están por encima de la ley, al engañar nuestro sistema inmunológico, se han convertido en un organismo que cobija elementos cancerosos para el deporte nacional.
Es necesario que ya hagamos la operación radical y el tratamiento debilitante antes de que en PANAMÁ veamos una mejoría. Si poner orden donde solo ha habido desorden, significa una suspensión o la perdida de una sede, es algo que tenemos que asumir con responsabilidad. Porque una vez dado el paso, lo único que queda es que mejoremos. Si logramos erradicar las células malas y construir una organización deportiva sana, ganaremos a largo plazo mucho más de lo que perderemos momentáneamente.
A diferencia de una persona este cáncer no causara la muerte del deporte pero si su eterna agonía. Exactamente como un cáncer no solo está afectando el órgano que ataco, sino también su funciones y producción. A los atletas se les dificulta totalmente crecer en un clima inhóspito y donde todo conspira contra ellos. Son usados como rehenes y como herramienta de chantaje constante. Están totalmente afectados bajo el estatus quo mucho más de lo que serán afectados si como Panameños tomamos la decisión de Poner Orden.
Los pasos ya están dados. Solo necesitamos que nuestros representantes en el gobierno cumplan y hagan cumplir la ley. Todo lo demás se dará solo aunque nos cueste una sede o una suspensión, eso es totalmente temporal.
